Esta claro, durante estas cinco temporadas de Poliplasticómanos, el podcast de las figuras de acción, han pasado por nuestra noticias muchas colecciones y figuras, siempre nos hemos alegrado de ver nuevas licencias que anhelábamos. Pero el tsunami que ha supuesto la vuelta de Secret Wars al panorama del coleccionismo de juguetes es algo que hacía tiempo que no veíamos. Por supuesto, como todo en esta vida, tiene una explicación o varias. Algunas de estas explicaciones, de porque el corazón se nos aceleró y nos levantamos de la silla al ver al Todopoderoso en ese blister azul las intentamos dar en el episodio especial dedicado a la Hasbro Pulse Con.
Durante la parte dedicada a Marvel Legends, aunque bien podríamos decir a Secret Wars, repasamos todas las novedades y como es habitual lanzamos algunos triples de que nos podía esperar en el futuro. Pero aquí en esta entrada no voy a hablar de eso, voy a hablar de lo que no comentamos en el episodio. Sí, voy a hablar del porque de la emoción que se respiraba durante la grabación del programa. Y es que sí, la emoción que escucháis es genuina, no hay trampa ni cartón. ¿Qué es lo que llevo a gran parte del equipo a ese estado?. No puedo hablar por el resto de mis compañeros pero si puedo contaros porque para mi Secret Wars es un "lugar feliz"
Las Secret Wars de Marvel Legends son un viaje en el tiempo
Así es, todos los que vivimos y disfrutamos del coleccionismo de figuras de acción estamos de acuerdo en una cosa, gran parte de la culpa la tiene la nostalgia. Esa búsqueda incesante de recuperar las emociones que sentías cuando por tu cumpleaños, Reyes Magos o por las notas te regalaban esa figura o vehículo que tanto habías ansiado. Solo hace falta escuchar alguno de los Especiales de Navidad de Poliplasticómanos, para darse cuenta de que es un elemento común, ahí están el que dedicamos a los Anuncios de las Navidades o La Carta de Reyes Perfecta.
Quizá para comenzar lo justo sea decir que Secret Wars fue capaz de atraparnos a todos a pesar de las leves diferencias de edad en el equipo del programa, algo que por ejemplo no sucedió con mis queridos G.I.Joe. Secret Wars, la colección por entonces en manos de Mattel, llego en un momento idóneo a mediados de los años 80s, tanto para los que éramos mas pequeños como para los que en poco tiempo dejarían temporalmente el mundo de las figuras de acción. Además es la primera vez que todos nosotros disfrutamos de los héroes de Marvel mas allá de las figuras de PVC del Capitán América, Iron Man, Spider-Man que poblaban las jugueterías y tiendas de frutos secos. Las disfrutábamos de manera diferente, lo hacíamos con figuras articuladas. Sí, esos cinco puntos de articulación al menos a mi me parecían magia.
Y todo, en mi caso, comenzó con un Wolverine (así aparecia su nombre en el blister), un regalo de una de las hermanas de mi abuela. Y ese Wolverine, con su blister azul, su logo naranja, y el resto de personajes en la trasero hicieron un "click" en mi cabeza. Un paso, un cambio...un quererlos todos. Un quererlos todos que se vio apoyado por el tebeo que reconocí en el kiosko de Rafa, fuente inagotable de nuevas aventuras. Con Secret Wars, como decía se quedaron atrás los pitufos, los gnomos y en mi cabeza había llegado la era de las figuras articuladas. Algo que como ya te podrás imaginar me ha acompañado hasta ahora. Sí, antes ya había figuras de Star Wars en casa debido a la mi hermano mayor, pero Secret Wars eran diferentes, eran mis figuras. Y eso es algo que nunca se olvida.
Secret Wars o los recuerdos desbloqueados
En mis recuerdos atesoro momentos como el Wolverine, la sensación de victoria al conseguir al Capitán América, encontrarme con Spider-man con el traje negro y conseguir convencer a mi madre o las horas de juego con la Torre Acorazada del Doctor Doom que se convirtió en el playset multiuso de muchas colecciones. Ver ese blíster azul la tarde del pasado viernes tuvo como resultado una erupción volcánica, esa explosión de una potencia tremenda. Porque en ese mismo momento un rayo me atravesó el cerebro y todos los recuerdo que comentaba en este párrafo salieron de golpe.
No voy a pasar por la fase de "Solo voy a coger las que tenía", voy a ir directo "a por todas". En ese momento ya supe que estaba perdido que aquí Marvel Legends, colección que nunca había estado en la pantalla de mi radar salvo ROM, me había cogido de lleno y me iba a atrapar sin remedio. Porque ese Benja de aquellos años miraba los tebeos, sabiendo que faltaban personajes en la colección y ahora las posibilidades son infinitas. Y estoy convencido de que es algo con lo que el equipo de Marvel Legends cuenta. Un equipo que nos ha ido dando pistas, que nos ha ido mostrando cosas que en algunos casos no hemos querido ver.
Para nosotros Mattel y Hasbro, salvando la distancia, son algo así como dos equipos de futbol rivales. Dos empresas que siempre han sido rivales, nos costaba ver colaboraciones. Pero claro los tiempos han cambiado y se ha abierto el melón de las colaboraciones. Pero aunque nos mostraron al Dr Doom y Capitana Marvel, e incluso al Lobezno que sabíamos que era de Secret Wars en el Comic Con de San Diego, no lo quisimos ver. Tener a Secret Wars de vuelta nos parecía una utopía, y nos conformamos (a medias) con ese vuelta espiritual gracias a Marvel Legends Retro, cuya colección mis compañeros Jose Guerrero y David Sullyvan recogieron en una maravillosa guía.
Pero sí, la realidad estaba frente a nuestros ojos. Una realidad que como os vengo diciendo nos ha alcanzado a todos y de una manera muy fuerte. Solo hace falta darse una vuelta por el grupo de Telegram de Poliplasticómanos para darse cuenta de que no soy el único en esta situación, y que todos estamos ya compartiendo nuestros recuerdos, ilusiones y expectativas. Ha pasado ya una semana y todavía estoy con esa sensación de ilusión, con esa sensación de que Marvel Legends me ha llevado con sus Secret Wars a ese lugar feliz con una colección cuyo mayor éxito es habernos tocado el corazón. ¿Qué puede salir mal mientras que estés en compañía de los mayores héroes y villanos de Marvel?.
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